SSH exhorta a no automedicarse en caso de EDAs

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la resistencia a los antimicrobianos, medicamentos utilizados para prevenir y tratar infecciones en humanos, animales y plantas, es una de las 10 principales amenazas de salud pública a nivel mundial.
El uso indebido y excesivo de estos fármacos ha originado la aparición y propagación de patógenos farmacorresistentes, es decir, microorganismos como bacterias, virus, parásitos y hongos que se han vuelto resistentes a las medicinas. La OMS advierte que, de no tomarse medidas, para el 2050 la resistencia a los antimicrobianos (RAM) será la principal causa de mortalidad en el mundo.
La resistencia se genera principalmente a través de la automedicación y la administración incorrecta de dosis, lo que puede ocurrir si se interrumpe el tratamiento médico. Esto permite la supervivencia y proliferación de bacterias resistentes. Además, el uso excesivo de antimicrobianos en la agricultura, como en la promoción del crecimiento del ganado y la prevención de enfermedades, también contribuye a la aparición y propagación de la RAM.
La Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) insta permanentemente a la población a evitar la automedicación. Ante cualquier malestar, se recomienda acudir a la unidad de salud más cercana para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Según los especialistas, la automedicación no solo puede complicar la enfermedad, sino también causar alergias, resistencia a los antibióticos, enmascarar otros padecimientos y aumentar los costos de atención.
En el caso de las enfermedades diarreicas agudas (EDAs), causadas mayormente por virus, el tratamiento es principalmente sintomático, atendiendo los síntomas y previniendo la deshidratación con Suero Vida Oral u otras bebidas hidratantes. El uso de antibióticos se reserva para cuadros clínicos de infecciones bacterianas o parasitarias, o para casos de cólera, previa valoración médica.
Entre los microorganismos e infecciones que han mostrado mayor porcentaje de resistencia se encuentran:
– Helicobacter pylori: resistencia al metronidazol (50-80 %), claritromicina (20-40 %), levofloxacino (30-35 %).
– Clostridioides difficile: resistencia a la clindamicina (8.3-100 %), cefalosporinas (51 %).
– Campylobacter jejuni y Campylobacter coli: resistencia a fluoroquinolonas (85 %).
– Escherichia coli: resistencia a la ampicilina (76.5 %).
– Entamoeba histolytica: resistencia al metronidazol (50 %).
– Peritonitis bacteriana: resistencia a cefalosporinas de tercera generación (40 %), meticilina (85 %).
La SSH reitera la recomendación de acudir a recibir valoración y tratamiento específico, evaluando la situación de cada paciente para asegurar el éxito en los tratamientos de infecciones gastrointestinales.